Uno de los libros que leí con la voracidad de querer avanzar entre sus páginas y al mismo tiempo desear que el tiempo se detuviera para que no terminara nunca fue La Morada del Resplandor: memorias egipcias. Nos transporta al antiguo Egipto y a través del personaje de Nagar-Têth vivimos de primera mano su historia de amor con Isia-Lisia, su búsqueda interior incesante, y el despliegue como instructor en terapias de la mano del Faraón Akhenatón, donde se cuestionará y reflexionará sobre todo lo conocido y por conocer, ofreciendo al mundo y a la escuela terapéutica que se formó, ese Sol que habita en el pecho de cada persona, de cada ser humano, desconocido en esos tiempos y que generaría una revolución en su época, por lo que fue acallada y sepultada por la fuerza. Una estrella fugaz, cuya semilla florece aún en nuestros días.
«No son profesores lo que necesitamos aquí, sino instructores… enseñar, me parece, no es instruir, pues instruir es inducir la construcción (…) hasta ahora no has hecho sino enseñar, es decir, comunicar lo que creías haber aprendido tú mismo.»
La obra de Daniel Meurois me tocó el corazón desde el mismo instante en que la conocí, casi 40 libros publicados desde el primero allá por los años 80 avalan su trayectoria y solidez, y yo preguntándome ¿cómo podía ser que la desconociera? Me los compré prácticamente todos, algunos buscando en librerías de viejo, y me los he ido leyendo con tiempo a medida que sentía su llamada, ya que abarcan una gran variedad de temáticas: el nacimiento, la salud y la enfermedad, la muerte y su tránsito, las terapias, la meditación, otros campos de conciencia expandida y un largo etcétera de despertar espiritual y crecimiento personal, de alumbramiento y de apertura de conciencia, en definitiva. Son un bálsamo para el alma que busca, reconfortan el corazón.
Me cuesta seleccionar 7 libros de entre su obra, y siendo muy consciente de la subjetividad inherente a tal elección, he priorizado la diversidad de temáticas y aquellos que me han llegado de una manera especial, aparte de la morada del resplandor, que ya he introducido y te recomiendo encarecidamente:
- Recuperando mi Autoestima (Reedición de Aquel clavo que clavé).
- Enfermedades Kármicas. Reconocerlas, comprenderlas, superarlas…
- El secreto de Asís. Francisco de los pájaros, Clara y el Sol.
- El testamento de las Tres Marías. Tres mujeres… tres iniciaciones.
- El Libro Secreto de Jeshua.
- (Tomo I: La vida desconocida de Jesús, según la memoria del tiempo.
- Tomo II: Las etapas de la realización.)
- Crónica de un Acompañamiento.
- Por el Espíritu del Sol.
Por su particular método de trabajo puedes tomarte sus libros como históricos y/o fundamentados en realidades vividas o como novelas o ficción, poco importa lo que consideres al respecto: lo que cuenta y su manera de transmitirlo conlleva de por sí, implícitamente, una apertura de conciencia que invita a cuestionarse y reflexionar sobre diversos aspectos de la vida, a ampliar tu mirada. O simplemente transportarte a otro lugar y a otro tiempo, esa es la magia que produce su lectura.
Te propongo sumergirte en el universo de la obra de Daniel Meurois, seguro que llegará a ti justo el libro que necesitas en cada momento. Si ya has leído alguno de sus libros, o los descubres ahora, deja tu comentario si te apetece, o mejor aún:
¿Te animas a compartir un extracto o frase inspiradora que te haya tocado el corazón?
2 comentarios
«-¡Es tan distinto! Cuando dices amor, sobreentiendes casi sistemáticamente sensualidad, pues los sentidos son uno de los lenguajes del cuerpo, análogos, en su propio nivel, a las percepciones de las que es capaz el alma. ¿Por qué rechazarlos? Representan una de las manifestaciones de la Vida. ¿Por qué iba a tener vergüenza el brote de una planta de la savia que sube a través de él, de la caricia del viento o siquiera del beso del sol que hace que se abra? La naturaleza entera celebra constantemente un inmenso acto carnal.
Ahora, en cuanto a lo que yo llamo sexualidad en estado bruto no tiene nada que ver con tales consideraciones. No hay nada en ella que se acerque a la búsqueda de una fusión. No ilustra nada más que el hecho de saciar una pulsión. Así pues, a mi parecer, el mismo acto que solicita la carne de dos seres puede significar dos realidades totalmente ajenas la una de la otra. La sensualidad del cuerpo participa en el florecimiento del Amor, lo Hermoso y lo Justo. La sexualidad primaria no es sino el funcionamiento en el vacío de una mecánica que nunca roza la esencia del ser.»
La Morada del Replandor. Daniel Meurois
«Hasta la Sombra es una invención de la Luz» (pág.188)
«Sus ojos no están dispuestos a soportar tanta claridad». (Pág.189)
La Morada del Resplandor, Daniel Meurois
Gracias Óscar, me ha encantado tu artículo
Bendiciones. Namaste ☀️