La vida de Esteve Humet

Para la versión original en catalán véase: autobiografia en català

Esteve. ¿Cómo percibes tu vida, ahora que tienes ya una cierta perspectiva, por tu edad avanzada?

Ciertamente, a los 69 años contemplo mi historia desde una doble perspectiva, que se complementa mutuamente:

La primera me conduce a considerar mi vida como un camino duro pero imparable que fue desde una infancia y juventud muy marcada por la programación recibida de la educación familiar, escuela, ámbito religioso, ciudad en que vivía (Terrassa) etc., a un ir encontrando quién era y quién quería ser realmente yo en un mundo mucho más amplio de horizontes que aquellos en los que   había crecido. Eso me ha supuesto abandonar mucho lastre, romper muchos límites y corsés mentales y prácticos. Camino en el cual me he habido de enfrentar muchas veces a la novedad, a lo desconocido, poniendo a prueba mi confianza en la Vida y en las propias capacidades y recursos. Un camino en el que he habido también de vivir muchos duelos, despedirme de personas, lugares y seguridades ideológicas que amaba y valoraba. He habido de aprender a dejar venir  y a dejar ir  con un sí  sin condiciones ni resistencias ni quejas. Voy descubriendo que ahí radica la libertad que siempre me ha inspirado y atraído desde el fondo del alma. Me resulta muy gratificante el llegar a este momento vital y constatar que esa libertad se va instalando en mi interior.

La segunda perspectiva o clave de interpretación es la que me lleva a contemplar la propia existencia como marcada por la necesidad de conciliar aspectos que, de entrada, me aparecían como polares y de encontrar la propia identidad, el propio camino vital, no priorizando uno sobre el otro sino haciendo una cierta síntesis. Os muestro algunos de esos polos:

1. El contraste entre mi familia materna de un pueblecito valenciano (Navarrés), agrícola, en el que se habla en castellano, de talante abierto y expresivo; y la familia paterna, de ambiente y cultura industrial (Terrassa), más serios y de poca expresión emocional.
2. Una personalidad con mucha energía interna y determinación para emprender pasos o cambios vitales importantes, facilidad para el raciocinio y la lógica, y también para jugar roles de liderazgo en las relaciones grupales. Ésta sería mi dimensión “yang” o masculina. Y, por otra parte, una gran sensibilidad y una enorme capacidad de sentir ternura hacia las necesidades de los demás. Ésta sería la dimensión ”yin” o femenina de mi alma.
3. El gusto por la soledad, fruto de una llamada interior que creo genuina, por un lado, y del otro, la realidad -que probablemente yo mismo genero- de vivir un ritmo de vida muy marcado por las relaciones personales y sociales, con individuos o grupos.
4. Una curiosidad innata por todo, que me lleva facilmente a una cierta superficialidad y que me distrae y mantiene en la dimensión más inconsistente, frívola y múltiple de mi mundo. Y, por el otro lado, una llamada permanente hacia la profundidad, la unidad, la perspectiva holística de la realidad, en la que el ruido se transforma en silencio y la multiplicidad deviene simplicidad.
5. Una visión del mundo, de los valores, de los principios éticos, etc., muy marcada por la base occidental y cristiana en que crecí. Y por otra parte, toda la aportación que ha supuesto en mi vida la perspectiva oriental de la realidad, y la respuesta que da a los grandes interrogantes existenciales que nos planteamos los humanos: el sentido de la vida y de la muerte, del dolor, etc.
6. Ligado al último punto, la tensión entre una espiritualidad expresada y alimentada por el lenguaje religioso, fundamentalmente el cristiano, y la misma vivencia pero despojada de formas religiosas y expresada únicamente en la consciencia expandida, no-dual, en un presente pleno y unificador.

Todos los puntos anteriores han supuesto un camino de aprendizaje para ir superando la tensión inherente a cada uno de ellos.

Y en el presente, ¿por dónde pasas?

Yo diría que es una etapa dulce, como de recoger los frutos de un largo aprendizaje. Es como si las tensiones mencionadas se fueran resolviendo en una integración, en una cierta transcendencia, en una libertad interior y una paz muy agradable, no tanto porque haya madurado mucho más sino porque, creo yo, acepto más, sin resistencias, toda mi realidad: lo que soy y lo que vivo.

Podrías darnos un poco de información biográfica más concreta (etapas de tu vida, lugares, personas, etc?

 Muy esquemáticamente:

• Nazco en Terrassa (Barcelona) el 20 de mayo de 1947. Infancia feliz vivida entre Les Fonts de Terrassa, Terrassa y Navarrés (València).
• Estudio bachillerato y preuniversitario en los PP. Escolapios de Terrassa.
• En octubre de 1964 entro en el seminario diocesano de Barcelona donde estudio tres años de filosofía y tres de teología católica.
• Durante la primavera de 1966 visito por primera vez al P. Estanslau M. Llopart, ermitaño en la Cova de la Sta. Creu de Montserrat. Desde entonces hasta su marcha de Montserrat, camino del Japón, mantengo con él una relación asidua que me marcará significativamente en el proceso de despertar espiritual, en mi sistema de valores y en la comprensión interiorizada de los estudios de teología que estaba  efectuando así como de las lecturas relacionadas.
• El año 1970 entro en el monasterio de Montserrat con el propósito de conocer la tradición monástica para ir más tarde a vivirla a la India. El abad de Montserrat lo acepta.
• El 1973 acabo los estudios de teología en Montserrat y pido permiso para vivir una experiencia eremítica de un año -que se alargó finalmente a dos- en Les Guilleries, junto al pantano de Susqueda, en Girona. Se incorporan a esta experiencia tres compañeros : un ceramista y dos más, procedentes de Montserrat. Ocupamos diferentes casas abandonadas de la zona.
• El 1975, Jacint -uno de los compañeros de Susqueda- y yo nos trasladamos al Mas Blanc, una gran masía que la propietaria cedió para que fuese un lugar de acogida espiritual. Jacint y yo nos construímos dos pequeñas viviendas en el bosque de la propiedad, a manera de ermitas.
• Empiezan a venir jóvenes, algunos de los cuales nos piden quedarse: nace entonces una comunidad mixta, chicas y chicos, que llega a constar de una veintena de compañeros.
• En 1982 me ordeno sacerdote para el servicio de la comunidad del Mas Blanc. En aquel momento el número de compañeros ya había disminuído significativamente.
• A finales de 1983, en una época de replanteo global de mi vida, voy a la India, donde pasaré medio año. Allí conozco personas significativas para mí: Arunachala, la montaña sagrada del hinduísmo, el ashram de Ramana Maharshi, los jesuitas Fede Sopeña y Tony de Mello, con quien hice un curso de crecimiento personal de dos meses, interno en su centro de Lonavla, cerca de Bombay.  Desde entonces, y sobre todo estos últimos 20 años, no he dejado de visitar a menudo la India, especialmente Arunachala y el ashram de Ramana Maharshi.
• Desde el año 1984 hasta el 1989 estudio psicología en la Universidad de Barcelona.
• El 1985 voy a vivir  St. Jaume de Viladrover, una pequeña parroquia rural al pie del Montseny, con una iglesia románica del S.XII. Allí ejerzo de párroco hasta el 1995. Durante ese tiempo acojo también grupos, durante los fines de semana, en encuentros de crecimiento personal, meditación, dinámica grupal, etc.
• En enero de 1995 dejo Viadrover y me alejo del rol parroquial para ir a vivir a una casa en el bosque, en Gualba, en la otra vertiente del Montseny.
• En septiembre de 1996 vengo a vivir a Mallorca, donde vivo en el campo y ejerzo de psicólogo. Acompaño también un grupo de meditación. Acostumbro también a desplazarme, prácticamente una vez al mes, a Granollers, a compartir con la comunidad cristiana del Xiprer y con su proyecto asociado a Cáritas.  Estos últimos cinco años he colaborado también con el máster de Desarrollo Personal y Liderazgo de la U.B. como facilitador, en el área de valores y espiritualidad.

Si queréis saber mas sobre la vida de Esteve, que retiros y encuentros de meditación hace, libros que ha publicado, etc. podéis hacerlo en el siguiente enlace: https://erescambio.com/esteve-humet