«Cuando nos amamos, aceptamos y valoramos sin juzgar nuestras carencias, nuestras imperfecciones y nuestra vulnerabilidad, no perdemos el tiempo en pelearnos por cambiar. Es entonces cuando el amor y la compasión crecen en nosotros, y, para nuestra sorpresa, el cambio se produce.» JORGE BUCAY
Aceptarnos, amarnos, valorarnos ¿nos cuesta tanto?. Desde pequeños comenzamos a cubrirnos de capas para protegernos de todo aquello que como niños no entendemos, situaciones que vivimos, emociones que sentimos, nadie nos explica. Para poder continuar nosotros mismos creamos explicaciones en función de el mundo que conocemos, que no siempre, es una realidad sana y emocionalmente estable. Tampoco nuestros padres y familia son responsables, ya que ellos tampoco saben gestionar sus emociones y pensamientos. No saben que ya desde que estamos en el vientre de mama nos estamos alimentando emocionalmente de ella y de lo que ella esta viviendo, sintiendo y pensando. ¿Cómo no vamos a crear una gran coraza para esconder nuestra vulnerabilidad?
Ahora te pregunto ¿Aceptas tu vulnerabilidad? yo te puedo decir que me costó mucho tiempo, ya que de niña me puse la chaqueta de FUERTE, y eso de ser débil no iba conmigo, además también influye lo que escuchamos en casa, y en la mía mujeres fuertes que se habían hecho así mismas y las había tocado sacar adelante sus casas a ellas solas, en el caso de mis abuelas, y mi madre una mujer fuerte e independiente, que siempre había trabajado y tomaba sus propias decisiones, ¿Cómo no iba a ser yo Fuerte?….
Además la sociedad tampoco nos enseña a ser VULNERABLES, por lo menos cuando yo era pequeña, años 80. Se decía que no había que hacer caso a las emociones, que quién lo hacia era blandit@, débil, inestable, no se le podía hacer mucho caso…..Y que había que hacer caso a la razón, ya que era estable, fiable, tangible, firme…pues ¿Qué hice? hacer caso a la razón para no sentirme diferente, para poder pertenecer, para ser considerada una chica fuerte, estable, fiable…
Ya te puedes imaginar que ocurrió, cuanta represión, y cuanta explosión, al final estaba en una noria o montaña rusa sin comprender lo que me ocurría, sin aceptarme, criticándome constantemente, enfadada, triste, malhumorada, juzgándome, queriendo ser otra persona.
¿Cómo podían quererme, sino podían verme? ¿Cómo me podía querer sino me podía ver? y además eso era lo que más buscaba y deseaba que me quisieran, que me vieran, y evidentemente era imposible ya que lo que mostraba era una distorsión de mí misma, un personaje, una ficción, algo que no era realmente yo , mi esencia, mi SER. Yo no me veía, veía una parte de la que me sentía a veces orgullosa y otras decepcionada, me rechazaba y me castigaba. Rechazaba mi cuerpo sobre todo y me comparaba constantemente, algo que también de manera inconsciente en mi casa me hacían.
Así hemos crecido y nos hemos convertidos en adultos con niños vulnerables escondidos detrás de corazas de fuertes, las mujeres nos subimos al carro de YO PUEDO CON TODO y los hombres al de MOSTRAR LAS EMOCIONES ES DE DÉBILES…..y nos hemos dado un buen tortazo contra un gran muro: LA GESTIÓN EMOCIONAL. Nuestros niños están ahí escondidos, con sus heridas, sus traumas, su no entender, y se expresan a través de nuestros yo adultos en los ataques de ira sin sentido, de tristeza, de miedo, de comparación, de culpa, de reproche, de autosaboteo…. hay multitud de formas en las que buscan liberar todas esas emociones, que no es más que energía atrapada que nos está dañando.
La vulnerabilidad es el mindset mediante el cual la aceptación y exteriorización de nuestras emociones nos expone ante el feedback loop externo y nos permite mejorar. Es una fuerza que nos invita a reconocer el poder y el coraje que habita en cada uno de nosotros para mostrar quiénes somos realmente; por lo tanto, no tiene por objeto mostrar nuestras deficiencias o errores.
Somos perfectos simplemente tenemos que creerlo, aceptar la luz y oscuridad que todos tenemos, cambiar aquello que queremos de verdad cambiar desde la comprensión y la aceptación. Buscar porqué nos da miedo mostrar nuestra vulnerabilidad y sanar todo aquello que no nos permite ser un ser TOTI POTENCIAL. De esta manera nos conoceremos realmente, y por ende, los demás también y entonces nos querrán porque pueden vernos, ya no estamos escondidos tras una gran coraza, tras un personaje, nos mostramos tal y como somos, porque nos amamos por encima de todo y además comprendemos y amamos al prójimo desde un punto de vista mucho más amplio, porque es igual a nosotros: VULNERABLE.
Si te apetece iniciar este gran camino que es abrazar tu vulnerabilidad ponte en contacto conmigo, a través de mi Método trabajaremos de una manera profunda para descubrir el gran diamante que está escondido dentro de ti.
Mayka Zabala
Creadora Método Transforma-Te