PERSONAJES INTERNOS.-
De muy pequeñito ya tuvieron mucho cuidado que no me hiciese daño :
¡ Cuidado ¡ no te vayas a caer, no toques eso, quédate quietecito, no rompas nada, deja eso, no salgas a la calle……….. y …………. y ….,
Un poco mas mayor, siguió la cosa en casa y en el colegio : Un niño bueno es obediente, no hace ruido, no grita, no corre en casa ni en la calle, hace lo que le manden los mayores y…….. y…….y……,
Y así crecí y fuí formando una personalidad , un caracter con diferentes personajes o subpersonalidades.
Una entre otras, la del niño y luego hombre bueno. Ese que cumple con las normas, acata las órdenes, es amable, etc. etc.
Un «santo». Pero ese no era yo. Porque yo también desobedecia, no cumpli las normas, me revelaba,….. NO era bueno.
Y eso creó un conflicto interno.
De cara al exterior , daba la imagen de «El Obispo «, que es como le llamo yo a este personaje interno. Y por dentro y por detrás me revelaba y me sentia «malo».
Y este es el problema que nos puede causar muchísimas dificultades en la vida. Adoptar un personaje que en ocasiones hasta puede parecernos que somos nosotros, y tan solo fué una de las maneras que aprendimos para ser queridos.
De pequeñito, en casa me llamaban «payaso». Pero no porque les hiciese gracia, si no porque reía , jugaba, me escondía, corría, saltaba, gritaba…. y eso no era lo que querían en mi casa. Y así fuí reprimiendo esas manifestaciones de alegría, de jugar, de disfrutar.
Y de mayor tuve grandes dificultades en esas expresiones.
Este ,»El payaso», es otro de mis personajes internos reprimido, escondido en mi interior con una gran necesidad de salir y mostrarse.
Y también de pequeñito, se fué formando otro personaje «El negativo». Producto de una educación (familia , colegio y sociedad) represiva, culpabilizante, y en la que el miedo era el medio para educar ( mal) .
Un personaje miedoso, retraido, que solo ve dificultades y problemas.
Todos tenemos de todo. Disponemos de todas las posibilidades existentes para ser de una manera u otra. Mucho va a depender de la educación que recibamos sobre todo de las personas que estén próximas . También la sociedad va a reprimir y potenciar los aspectos que crea son los oportunos.
Así es que todos vamos a adoptar diversos personajes o subpersonalidades para adaptarnos a nuestro entorno. De pequeños nos sirvió, no había otra posibilidad. Pero ahora de adultos estos personajes pueden ocupar nuestras vidas no permitiendo que seamos nosotros mismos.
En ocasiones son personajes con los que vamos por el mundo el obispo, el negativo ) y en otras están reprimidos (el payaso) y necesitamos darles presencia.
En mi trabajo con los personajes internos utilizo la caracterización teatral para poco a poco irlos reconociendo y darles voz, gesto, vestuario, maquillaje, etc. para llegar a convertirlo en un personaje externo a nosotros. Y cuando lo construimos y lo teatralizamos, uno mismo se da cuenta de todo lo que representa en nuestra vida y de esta manera poder cambiar o en otros casos sacarlo de la sombra y darle la luz de la conciencia.
Este trabajo es un proceso de toma de conciencia de como nos presentamos al mundo, o sea como nos adaptamos y también de conciencia en lo reprimido para ser capaces de hacerlo nuestro y por fin vivirlo en nosotros.
El trabajo que hago puede ser individual o en grupos.