Mas allá del género que tu cuerpo expresa, te habitan dos polaridades que trabajamos desde la terapia Gestalt. Es una relación en la que dos energías, la masculina y la femenina, se interconectan y se complementan y juntas forman parte de una misma realidad.
¿Para qué integrar tus polaridades masculina- femenina?
Así como el día y la noche, el ying y yang, el invierno y el verano, lo masculino no puede existir sin lo femenino y viceversa. Todo está compuesto de un aspecto y su contrario. En la medida en que estas dos polaridades estén en armonía, se encuentren en equilibrio, ganarás un estado de consciencia, paz y claridad para la toma de decisiones.
La terapìa Gestalt dice que para que algo se mueva, progrese y avance es necesaria la intervención de tres fuerzas, no solo las dos que componen los opuestos sino una tercera. Si solo intervinieran dos fuerzas, entraríamos en un movimiento de rotación sin fin. Esta tercera fuerza, que es la consciencia, es la que se activará al terminar esta meditación. Al ser consciente de la unión de tus polaridades, éstas dejan de serlo y empieza a fluir cualquier respuesta que antes no aparecía.
¿Por qué esto no tiene que ver con el género?
La polaridad masculina-femenina debe entenderse como ese juego de energías que conforman a todos los seres humanos, sea cual sea su identidad de género o sexo biológico. No existe
un hombre que encarne ‘lo masculino’, ni una mujer que encarne ‘lo femenino’, sino
que todos, hombres y mujeres, nos situamos en algún punto intermedio de ese continuum
que representa esta polaridad.
¿Cómo meditar?
- Empezar a hacerlo sin juzgarte. No existe una forma correcta o incorrecta de meditar, cualquier persona puede hacerlo adaptándose a su estilo de vida, costumbres y rutina. Es una actividad simple y económica, que no requiere ningún equipo especial. Es normal que al principio tu mente divague y te cueste, pero no te juzgues. Si nunca antes has meditado, te recomiendo las meditaciones guiadas, que te conducen a lo largo del proceso.
- Ubicarte en una posición cómoda. Puedes practicar la meditación sentado/a, acostado/a, caminando o durante actividades. La comodidad es importante para aprovechar al máximo tu meditación y en todo momento intenta adoptar una buena postura.
- Concentrar la atención. Enfocarte en un objeto específico, una imagen, un mantra o incluso en la respiración, es uno de los elementos más importantes de la meditación, puesto que ayuda a liberar tu mente de pensamientos caóticos y preocupaciones.
- Hacerte consciente de tu respiración. Observar tu respiración ayuda a fortalecer la conexión mente-cuerpo. En general, durante la meditación se busca que las respiraciones sean profundas y que haya mayor flujo de oxígeno en el cuerpo.
- Buscar un espacio libre de interrupciones. Busca un sitio en el que tengas oportunidad de concentrarte en ti durante unos minutos. Al principio te será útil buscar el silencio, con la práctica podrás meditar casi en cualquier lugar: en tu casa, en la calle o en el parque si das un paseo, en la playa, en el autobús, cuando esperas en el consultorio del médico o incluso en medio de una reunión de trabajo.
- Abrir un espacio en tu agenda. Dedica un tiempo (tan corto o tan largo como te lo permita tu disponibilidad) para meditar en cualquier momento del día, antes de levantarte de la cama, al mediodía, en la tarde o antes de dormir. Puedes meditar de manera tan formal o informal como quieras.
Meditación guiada para tomar decisiones
Femenino y masculino son dos energías que habitan tanto en hombres como en mujeres pero pueden comportarse de forma muy distinta. Hoy te guío a través de esta meditación de 14 minutos para escuchar tus dos polaridades e integrarlas para regresar a la armonía de sentirte en tu centro. Medita en cualquier momento del día, cuando sientas confusión o debas discernir ante una duda.