Rituales de fin/inicio de año: Pon tu energía en tus propósitos y límpiate de aquello que no te sirve
Los rituales para fin o inicio de año te ayudan a sanar el pasado y vivir el presente. Son rituales que celebran la vida y despiertan lo más genuino que hay en ti.
En invierno, en el hemisferio norte, la falta de luz nos invita a una búsqueda interior. El invierno es la estación para retirarse, descansar, pasar cuentas con uno mismo y el momento justo para empezar de cero.
Seguir un ritual de fin de año te ayuda a sanar viejas heridas y a crear espacio para tus nuevos propósitos, poniendo tu energía en ellos, celebrando los logros y mirando hacia adelante. No tienes necesariamente que bañarte en infusiones de hierbas, ni poner velas de colores y mucho menos, sumergirte en las aguas heladas del mar, lo que aquí te propongo es utilizar como ritual una sencilla meditación acompañada de un ejercicio práctico.
Este ejercicio te permitirá hacer un recorrido por varios años de tu vida para liberarte de acontecimientos, hechos y memorias -con sus emociones implícitas- que sientes que se resisten a desaparecer y son dolorosos.
¿Qué necesitarás para el ejercicio práctico para empezar bien el año?
- Tiempo (al menos 30 minutos)
- Un espacio privado, solo para ti
- Papel – Tipo Post-it o cuadrados normales
- Boli o rotulador
- Ropa Cómoda
¿Cómo meditar?
- Empezar a hacerlo sin juzgarte. No existe una forma correcta o incorrecta de meditar, cualquier persona puede hacerlo adaptándose a su estilo de vida, costumbres y rutina. Es una actividad simple y económica, que no requiere ningún equipo especial. Es normal que al principio tu mente divague y te cueste, pero no te juzgues. Si nunca antes has meditado, te recomiendo las meditaciones guiadas, que te conducen a lo largo del proceso.
- Ubicarte en una posición cómoda. Puedes practicar la meditación sentado/a, acostado/a, caminando o durante actividades. La comodidad es importante para aprovechar al máximo tu meditación y en todo momento intenta adoptar una buena postura.
- Concentrar la atención. Enfocarte en un objeto específico, una imagen, un mantra o incluso en la respiración, es uno de los elementos más importantes de la meditación, puesto que ayuda a liberar tu mente de pensamientos caóticos y preocupaciones.
- Hacerte consciente de tu respiración. Observar tu respiración ayuda a fortalecer la conexión mente-cuerpo. En general, durante la meditación se busca que las respiraciones sean profundas y que haya mayor flujo de oxígeno en el cuerpo.
- Buscar un espacio libre de interrupciones. Busca un sitio en el que tengas oportunidad de concentrarte en ti durante unos minutos. Al principio te será útil buscar el silencio, con la práctica podrás meditar casi en cualquier lugar: en tu casa, en la calle o en el parque si das un paseo, en la playa, en el autobús, cuando esperas en el consultorio del médico o incluso en medio de una reunión de trabajo.
- Abrir un espacio en tu agenda. Dedica un tiempo (tan corto o tan largo como te lo permita tu disponibilidad) para meditar en cualquier momento del día, antes de levantarte de la cama, al mediodía, en la tarde o antes de dormir. Puedes meditar de manera tan formal o informal como quieras.
- Centrarte en tus propósitos. Enfócate en todo aquello que quieres que suceda en tu vida a partir de ahora y visualízalo, si te viene algo que te cuesta soltar, agradece y pon toda tu intención en dejarlo ir.
Meditación y ejercicio práctico para empezar bien el año
Hoy te guío en una meditación que incluye un ejercicio para liberarte de todo aquello de lo que no te pudiste deshacer el año pasado. Por ejemplo, un sentimiento de culpabilidad por haber ocasionado algo desagradable en tu entorno. Puedes hacerla más de una vez si notas algo que no has podido limpiar del todo. Especialmente úsala como ritual de final o de inicio de año o cuando estés comenzando una etapa vital.