Ayurveda contiene una plétora de información de la que pueden beneficiarse adultos y niños. Esperamos que con este blog podamos impartir algunos de los antiguos conocimientos ayurvédicos con nutrición y salud para ayudar a sus hijos a desarrollar su máximo potencial.
Entonces empecemos.
Los tres tipos o principios básicos de mente y cuerpo identificados por el sistema ayurvédico son Vata, Pitta y Kapha. El equilibrio correcto de estos tres doshas forma la base para equilibrar la mente y el cuerpo del niño.
Vata
Vata influye en la respiración, el pulso del corazón, el movimiento muscular general, los impulsos nerviosos, la percepción sensorial, la comunicación y la capacidad de experimentar flexibilidad, alegría y conciencia. Es la energía del aire y del éter.
Pita
Pitta, que controla el apetito, la digestión, la absorción, la asimilación, la inteligencia, el carisma, la transformación y la ambición, es la energía del fuego y el agua.
Kafa
El principio rector de la alimentación, el desarrollo, la lubricación, la regeneración, el equilibrio de líquidos, el control de la grasa, la fuerza, la resistencia, la memoria y nuestra capacidad para experimentar compasión y satisfacción, Kapha es la energía del agua y el suelo, la estructura y la cohesión, la conexión a tierra y la estabilidad.
Avanzando
El cuerpo humano contiene los tres doshas. Sin embargo, diferentes personas tienen cantidades variables de cada uno, y la mayoría de nosotros somos desproporcionadamente fuertes en uno o dos de ellos.
Ayurveda cree que la constitución de una persona se forma en el momento de la concepción, se solidifica al nacer y permanece estable durante toda la vida. Ofrece un modelo único para la buena salud y simboliza el estado natural de armonía de cada persona. Nuestras constituciones afectan nuestra fisiología y características físicas, así como nuestros gustos y disgustos, hábitos y estructura mental y emocional.
Como tradición holística, el Ayurveda entiende que la salud y el bienestar de un niño implican mucho más que su fisiología funcionando como debería. En realidad, los niños tienen mucha energía y sensibilidad emocional.
Por lo general, los niños se beneficiarán del apoyo y la tutoría que podemos ofrecerles para ayudarlos a controlar sus estados de ánimo y sus sensibilidades, aunque puedan tener una excelente base de salud física.
Salud y nutrición ayurvédica para niños
Ayurveda para niños enfatiza fuertemente ayudar a los niños a establecer rutinas diarias saludables además de una dieta saludable.
Una rutina diaria es crucial para nuestra salud y bienestar general, e incluso puede ser más vital para los niños. Las rutinas brindan seguridad, consistencia y confianza al sistema nervioso de un niño, al mismo tiempo que permiten que su fisiología forme hábitos saludables. La medicina occidental y oriental coinciden en que tener un horario diario regular ayudará a los niños a formar hábitos saludables para toda la vida.
Los siguientes consejos pueden ayudar a su hijo a comenzar una rutina ayurvédica:
Madrugar
Niños y adultos por igual pueden beneficiarse de levantarse temprano. Esto debería ser fácil porque los niños normalmente se despiertan temprano. A pesar de que se recomienda despertarse a la misma hora todos los días, si un niño ha tenido una mala noche de sueño, ¡levantarse un poco tarde está bien!
Come sano
Los niños deben recibir alimentos frescos y nutritivos con la nutrición ayurvédica adecuada. Anime a sus hijos a practicar la atención plena al comer y asegúrese de que las pantallas u otras actividades no los distraigan cuando lo hagan.
Muévanse
Los niños necesitan un estímulo adicional para mantenerse activos y adoptar rutinas saludables porque tienen abundante energía Kapha. Asegúrese de que su hijo participe en actividades como juegos activos en el patio trasero, lecciones de natación, deportes de ligas menores o caminatas diarias por el vecindario.
usar el baño
Empiece a formar el hábito de ir al baño por la mañana enseñándole a su hijo a prestar atención a las necesidades de su cuerpo. Esto ayudará a su hijo a crear una rutina matutina constante.
Beber agua
Dígale a su hijo que beba agua tibia a primera hora de la mañana. Treinta minutos antes de una comida, beber agua puede ayudar con la digestión.
Dormir lo suficiente
Asegúrese de que su hijo se acueste a tiempo después de un duro día de aprendizaje y juegos. La hora ideal para acostarse para todos, incluso los adolescentes, es a las 10 p. m.
Actividad física
El masaje ayurvédico o los estiramientos por la mañana ayudan a energizar el cuerpo y despertar los músculos. Su bebé puede beneficiarse de un suave masaje y estiramiento durante 10 a 15 minutos al día. Los niños mayores pueden aprender a realizar diferentes estiramientos de yoga por su cuenta.
Dieta ayurvédica para niños
Ya cumplirá con una de las pautas nutricionales ayurvédicas más importantes para la salud de los niños si desarrolla con éxito una dieta libre de alimentos precocinados para niños: alimentos ricos en nutrientes vitales, incluidos los alimentos básicos de la zona, sin potenciadores del sabor, emulsionantes ni conservantes. .
En la segunda fase, es fundamental curar el menú con la nutrición adecuada para los niños. Esto es especialmente importante cuando hay un desequilibrio de Dosha, que incluye problemas de salud, como un sistema inmunológico debilitado, alergias o problemas para dormir (Vata), diarrea o erupciones en la piel (Pitta), sobrepeso o problemas de ORL (Kapha).
La tercera fase es la adopción gradual de los principios generales de Ayurveda y nutrición para un metabolismo saludable.
Aquí hay algunas cosas que debe asegurarse de mantener una dieta ayurvédica equilibrada para sus hijos:
- Ambiente : ¡En un estado relajado, nuestro sistema digestivo funciona de manera óptima! Cuando sea el momento de comer, mantenga un ambiente tranquilo y anime a su hijo a comer con la cabeza fría.
- Comida casera : A los niños se les debe servir comida orgánica, bien cocinada y hecha en casa con el cariño de la madre (o del padre).
- Evite comer en exceso : los niños no deben consumir más alimentos de los que su estómago puede acomodar: la cantidad ideal por comida es aproximadamente la misma que cabe en dos palmas.
- Evita beber agua entre comidas : Beber más de un vaso de agua con las comidas debilitaría innecesariamente el fuego digestivo.
- Frutas y leche : Una de las fuentes de energía y nutrientes más importantes para los niños son las frutas frescas y la leche de vaca sin procesar. Sin embargo, siempre deben tomarse por separado, por ejemplo, como tentempié, para que se metabolicen mejor. Un vaso de leche antes de acostarse y una porción de fruta por la mañana son comidas relativamente saludables para incluir en su menú habitual.
- Evite los refrigerios : los niños deben consumir comidas regulares y abstenerse de comer «entremedio» sin restricciones. Es recomendable esperar para volver a comer hasta que hayas digerido completamente tu última comida. La única forma de evitar sobrecargar los sistemas metabólico y digestivo es hacer esto. Para el metabolismo de los niños, tres comidas grandes y dos meriendas pequeñas son ideales.
La importancia de la digestión
Según Ayurveda, la digestión es la base de una buena salud. Por ello, queremos que nuestros hijos tengan una fuerza digestiva óptima, que les permita disfrutar de una salud y bienestar óptimos a lo largo de su vida.
Por lo tanto, haga todo lo posible para crear un plan de dieta que haga hincapié en las comidas integrales y saludables en lugar de las procesadas o azucaradas. Asegúrese de que los jóvenes en su vida entiendan el valor de beber suficiente agua todos los días.
La alineación de las dietas y prácticas de estilo de vida de los niños con los ritmos de la naturaleza tiene un impacto significativo en el apoyo del fuego digestivo en los niños. Haga todo lo posible para servirles alimentos de temporada planificando sus comidas en torno a los alimentos cosechados. Tenga en cuenta que los cuerpos de los niños a menudo prefieren comidas más ligeras con más frutas y verduras ricas en agua en la primavera y el verano y alimentos más pesados y densos en el otoño y el invierno. .
