Nos cuesta mucho poner límites desde la asertividad y muchas veces acabamos, o bien no poniendo los límites necesarios, o bien, poniéndolos desde un lugar nada sano para las relaciones.
1.- La primera idea para ser asertivo es muy básica, pero muy importante. Tienes que ESCUCHARTE, saber qué es lo que quieres, hasta dónde estás dispuesto a ceder y por donde no estás dispuesto a pasar. Por tanto, a la hora de tomar decisiones de este tipo, podemos caer en el error de intentar agradar al otro y olvidarnos realmente de lo que queremos y necesitamos. En este aspecto es importante que no te juzgues por querer hacer cosas diferentes a lo que te pide la otra persona.
Una vez que sepas qué es lo que necesitas, es importante que alejes pensamientos y sentimientos de culpabilidad o remordimiento, no te van a ayudar a poder expresarle a los demás lo que quieres.
2.- En segundo lugar, una vez tengas claro qué necesitas y no te juzgues por quererlo, es importante expresárselo al otr@.
Partimos de la base de que nadie es adivino: en muchas ocasiones damos por hecho de que los demás saben qué estamos pensando y nos llevamos decepciones cuando vemos que no se cumplen nuestras expectativas. Por tanto, nuestro mensaje ha de ser muy claro, sencillo y sin justificar demasiado la respuesta o dar vueltas innecesarias. Esto te va a ayudar en tu argumentación y a no dar pie a malentendidos.
A la hora de comunicarte, es muy importante que trates de mantener la calma y utilizar un tono de voz adecuado. A veces cuando algo nos remueve mucho emocionalmente es muy fácil perder las formas y acabar diciendo cosas que uno no quiere decir, lo cual puede derivar en un conflicto grande.
Para poder conseguir no tener una discusión utiliza frases que sean en primera persona, habla sobre tus sentimientos y tus pensamientos.
Trata de hablar sin juicios sobre los demás, expón los hechos, pero no tus juicios de los mismos. En resumen, habla desde ti y sobre ti.
3.- En tercer lugar, lo que estamos haciendo siendo asertivos es establecer un límite y lo que no quieres es generar una discusión. Saber establecer límites con los demás y con uno mismo es una de las “leyes básicas” de la asertividad, aceptando lo que uno siente y lo que espera de los demás.
Sin embargo, ser asertivo no es garantía de que los demás puedan entendernos, comprender nuestro punto de vista y/o ceder a nuestras necesidades.
Trata de negociar y buscar puntos comunes con la otra parte, a lo mejor si estás dispuesto a ceder en alguna cosa, o no es tan importante para ti decir que no a algo.
Ten claros tus límites, respétalos, pero a su vez, trata de encontrar un punto común que te deje satisfecho.
4.- Por último y no menos importante, comprende que la asertividad es una habilidad que se entrena, con lo que no te desanimes si en un principio no consigues ser asertivo. No te rindas, siempre hay más momentos en los que puedes serlo. Trata de darte cuenta de que no hay una única oportunidad y no pongas demasiada presión en ti.
No obstante, si una vez que has comunicado lo que querías, ya sea de manera reiterada, porque no se llega a un acuerdo o porque sientes que no se te entiende, en ocasiones es mejor retirarse. No te empeñes en que las otras personas entiendan cómo te sientes. A veces hay que aceptar que por mucho empeño y cuidado que pongamos, las personas no somos capaces de entendernos.
Te expongo un Patrón de 8 pasos para ayudarnos a poner límites de forma Asertiva:
PASO 1. GENERACIÓN DEL CONTEXTO.
Identifica en qué situación deseas comunicarte de forma asertiva. Antes de iniciar la conversación diferencia los hechos de los juicios u opiniones. Pon en una lista los hechos y en otra las opiniones.
Un ejemplo:
He quedado con una amiga para tomar café a las 17h. Ella, llega a las 18h.
– Hechos: Ha llegado 1 hora tarde. Hemos quedado a las 17h.
– Juicios u opiniones: Mi amiga es una impuntual. Ella no me respeta.
PASO 2. COMUNICACIÓN
Comunica a la otra parte los hechos (siempre que sea posible) o las opiniones (cuando no se puede expresar con hechos) del contexto.
Ejemplos de hechos:
– Cuando llegas tarde ….
– Cuando me dijiste “tal cosa” …
– Cuando tú haces “tal cosa” …
Si no puedo expresar la situación con hechos empezaré las frases de la siguiente manera, ya que son opiniones:
– En mi opinión …
– Desde mi punto de vista …
– Opino que …
– Creo que …
PASO 3. COMUNICAR LA EMOCIÓN QUE ME GENERA EL CONTEXTO
No se trata de hacer sentir culpable al otr@. Simplemente intentamos informarle del impacto emocional de su conducta. Es posible que el otr@, ni siquiera sea consciente de este impacto.
Ejemplo:
– Esto me hace sentir …
– Me siento …
PASO 4. PONER EN VALOR LA RELACIÓN
Este paso es importante para hacer entender a la otra parte, que la intención es mejorar la relación entre ambos y no regañarle ni menospreciarle.
Ejemplo:
– Como nuestra amistad me importa …
– Esta situación me preocupa …
– Creo que sería bueno para los dos si …
PASO 5. PEDIDO EFECTIVO
En este paso lanzaremos la petición que desde nuestro punto de vista solucionaría a la situación.
Ejemplo:
Por ello te pido …
PASO 6. INDAGACIÓN DEL PUNTO DE VISTA DE la otra persona.
Nuestra visión de la realidad no es la realidad. El mapa no es el territorio.
El objetivo de este paso es empatizar y conocer cuál es el punto de vista de la otra parte. Seguro que él/ella tiene alguna perspectiva que a nosotros se nos ha escapado o no hemos tenido en cuenta. Es el momento de conocerla.
Ejemplo:
– ¿Qué observas tú de la situación?
– ¿Cómo lo ves tú?
– ¿Cuál es tu punto de vista?
PASO 7. INDAGACIÓN DE LA EMOCIÓN
De la misma manera y para empatizar de mejor manera sería importante conocer cómo se siente el otr@ ante dicha situación una vez que le hemos comunicado nuestro punto de vista.
Ejemplo:
– ¿Cómo te sientes?
– ¿Cómo te hace sentir esto?
PASO 8.- PEDIDO
De la misma manera sería bueno saber que pide él/ella, para resolver la situación ahora que ambos tenemos más detalles de la misma. Al fin y al cabo muchas relaciones humanas se basan en el equilibro entre dar y recibir.
Ejemplo:
– ¿Qué me pides?
– ¿Qué quieres que haga yo?
Con la petición se llegaría a un acuerdo que hará mejorar la relación entre ambos. Si la petición es desmesurada puedes volver a empezar el patrón desde el punto uno hasta llegar a un consenso.
Un ejemplo completo a partir de la anterior situación con mi amiga:
– Yo: María, cuando llegas tarde como hoy, que te has retrasado 1 hora, me haces sentir fatal. (observa que no juzgo a María, simplemente muestro los hechos, por lo tanto ella no tiene por qué sentirse juzgada). Siento que he perdido una hora de mi vida y eso me entristece. Quiero informarte que para mí el tiempo es importante (de nuevo observa como en ningún momento he juzgado a María).
– Yo: Nuestra relación me importa. Somos amigas desde hace mucho tiempo y quiero seguir quedando contigo. Disfruto mucho cuando lo hago (pongo en valor la relación). Por eso te pido que para que no me sienta así y podamos ambas disfrutar, vengas a la hora que hemos quedado.
-Yo: ¿Qué opinas tú?¿Cómo te sientes?¿Qué me pides?
– María: Tienes razón pero tengo muchas cosas que hacer, estoy pasando una época muy estresante. Estoy algo agobiada y siento que no llego a todo. Por eso te pido un poco de comprensión en estas fechas. Yo llegaré antes, pero te pido al menos diez minutos de margen. Respetaré esos diez minutos. También te pido que en estas fechas quedemos menos. A mí también me importa nuestra relación y no quiero que te sientas así.
– Yo: Perfecto María. Esperaré sin enfadarme diez minutos y comprendo que ahora quieras quedar menos. Gracias por escucharme.
Espero que este ejercicio te sea útil. Yo lo he puesto en práctica y me ha funcionado en la mayoría de las veces. En aquellas situaciones en las que no me ha funcionado, al menos me ha dado información de cuánto es de importante la relación con la otra parte.
Alicia Manzano