A lo largo de mi experiencia, he atendido a muchas parejas. Cada una de ellas venían por motivos diferentes y, a la vez, las causas de sus problemas son parecidas. La gente de mi entorno me pregunta con curiosidad por qué suele ir la gente a terapia de pareja. Supongo que la curiosidad viene de preguntarse por qué discuten, qué demandan o qué quieren arreglar yendo a terapia.
En este artículo hablaré de los problemas de pareja más comunes que me suelo encontrar en la consulta. Mi objetivo es que, para quien lo necesite, vea que su situación puede no ser tan rara y se anime a pedir ayuda para solucionar sus problemas de pareja.
Los 9 problemas de pareja más comunes.
1. Monotonía.
Sobre todo en parejas de larga duración, la monotonía se suele asentar en sus vidas. Dan por hecho que la otra persona va a seguir ahí y normalizamos el aburrimiento. Ojo, puede ser que estemos a gusto en la monotonía, cuando entendemos esta como que preferimos planes más tranquilos. Si el tiempo que pasamos con la pareja es de calidad no hay ningún tipo de problema; se trata de una elección que se hace de mutuo acuerdo. Sin embargo, sentir que se ha caído en la rutina suele ser generador de conflictos.
2. Falta de entendimiento en la sexualidad.
No todas las personas vivimos la sexualidad de la misma manera y, para la mayoría, el sexo en la relación de pareja constituye un pilar importante de la misma. Cuando no se coincide en gustos, el deseo sexual difiere mucho o existen problemas con la sexualidad, las parejas acuden a terapia de pareja para intentar solventarlo y tener un espacio donde comunicar sus necesidades y sus deseos y llegar a entenderse.
En mi libro Crecimiento Erótico hablo de sexualidad y de algunas técnicas y ejercicios que podéis aplicar para mejorar en este área.
3. Tiempo en pareja.
Puede ser que falte pasar tiempo juntos o juntas o que el tiempo en pareja no sea de calidad. A veces, las circunstancias (trabajo, hijos, personas dependientes a nuestro cargo, etc.) no nos permiten pasar todo el tiempo que nos gustaría con nuestra pareja. Es mucho más importante que el tiempo sea de calidad a que sea mucha cantidad, pero se esté compartiendo porque sí.
4. No respetar el espacio individual.
Al igual que es necesario compartir tiempo de calidad en pareja, considero muy importante que cada cual tenga un espacio donde desarrollar sus aficiones, estar con sus amistades o, en definitiva, desarrollarse personalmente. Está muy bien sentirnos parte de una relación, saber que tenemos a alguien, eso nos da seguridad. Pero, también, saberse una persona única y suficiente te enriquece y fomentará que estés bien con tu pareja y tengáis más que compartir.
5. Reparto de tareas.
Este es uno de los problemas de pareja más comunes. Casi siempre sale en la consulta y, a menudo, es el que más sale a la superficie (el que ocupa la mayoría de las sesiones) y que esconde otros. Un reparto de tareas equilibrado es importantísimo, por supuesto. No obstante, es curioso observar como las parejas proyectan sus frustraciones en un vaso mal colocado o una lavadora sin hacer, cuando, en realidad, es un “no me tienes en cuenta” o “estoy con mucha carga y no lo ves”. Esto no quiere decir que, en muchos casos, el reparto de tareas no sea justo y que no haya que trabajar en ello.
6. Dar por sentadas las cosas.
La falta de comunicación o los fallos en la comunicación se da muchas veces porque damos por hecho las cosas. No pedimos porque asumimos que nuestra pareja tiene que adivinar lo que deseamos, no comunicamos porque damos por hecho que nuestra pareja ya nos conoce. Pero también, no felicitamos algo que hemos pedido y se nos ha dado porque se supone que es lo que nuestra pareja debe hacer. No agradecemos un gesto bonito porque es lo que esperamos de por sí. Esta falta de comunicación, que son sencillos gestos o palabras como “gracias”, “perdón” o “por favor” nos llevan a que el resentimiento aumente.
7. Comunicarse a través del ataque y la defensa.
Como vengo diciendo, en lugar de pedir o expresar como nos sentimos, comunicamos nuestras necesidades desde el ataque. Los “deberías”, los “es que tú…” o los “siempre estás con…” forman parte de la comunicación habitual en muchas parejas. Con este tipo de frases no solo sentenciamos, sino que también la otra parte lo va a percibir como un ataque y, como es lógico, se pondrá a la defensiva: replicando, defendiéndose remarcando los defectos de la pareja o llevando la cuenta de sus fallos para poder defenderse la próxima vez.
La importancia de la comunicación en las terapias de pareja: consejos y técnicas efectivas
8. Incompatibilidad en los valores.
Cuando hablamos de que somos compatibles con alguien, en realidad, no solo nos referimos a tener los mismos gustos, sino también a que se compartan las cosas que son más importantes para uno/a. Por ejemplo, si para ti el contacto con la naturaleza es valioso y para tu pareja no es una prioridad tendrás que valorar si puedes aceptar que esto sea así o si es un requisito que tu pareja comparta esto contigo. Pretender cambiar a la otra persona es una tarea ardua y muy frustrante.
9. Inatención de las necesidades.
Por último, pero no menos importante, quería resaltar la importancia de las necesidades relacionales. Me encuentro, tanto en terapia de pareja, como en individual, que desatendemos lo que necesitamos en una relación. Es como que tenemos la creencia de que quien necesita algo no tiene una necesidad, sino una debilidad. Esto es falso. Todas las relaciones tienen condiciones. Pedirlas es responsabilidad individual, pero me encuentro que las parejas, cuando una de las partes pide algo, la otra se responsabiliza con el pretexto de que quien se lo tiene que hacer mirar es quien necesita algo, como si dejando de necesitar ese algo (esto es, anular una parte de alguien), el problema desapareciese.
Necesidades relacionales: ¿qué son y cómo hacer que una relación funcione?
Necesidades relacionales (Parte II): ¿cuáles son?
¿Cómo resolver los problemas de pareja?
No existe ningún truco como tal. Lo que sí hay que poner en práctica ciertos “must” para que la relación prospere. Algunos de estos requisitos son la disposición a escuchar, la empatía, pasar tiempo de calidad, respetar el espacio, apreciar los gestos bonitos. Deshaceros de creencias del tipo “Si no te apetece estar todo el rato con tu pareja es que algo va mal” o la típica de “mi pareja debería saber lo que necesito.
Asimismo, la terapia de pareja puede ser útil para trabajar todo esto y cuando los problemas se han enredado tanto que llega un punto en el que hay que pedir ayuda para desenredarlos.
En conclusión…
El conflicto forma parte de una relación de pareja. Igual que hay espacio para los buenos momentos, hemos de aceptar que los conflictos van a surgir. No existe la relación perfecta si pensamos en esta como una pareja que nunca discute.
¿Buscas terapia de pareja para solucionar tus problemas de pareja?
He recibido en consulta a parejas de todas las edades y con todo tipo de problemas. El objetivo de la terapia es poder ofreceros un espacio donde podáis hablar de lo que os está ocurriendo, llegar al entendimiento mutuo y que os podáis escuchar. Si queréis más información os podéis poner en contacto conmigo aquí.
Referencias bibliográficas
Torres, A. L. J., & Maldonado-Peña, M. (2020). Terapia de pareja centrada en las emociones. Revista Griot, 13(1), 1-20. Rey Pato, M. (2022). Apego adulto, pareja y patrones de crianza.
Rey Pato, M. (2022). Apego adulto, pareja y patrones de crianza.
Sánchez, R. M. (2023). Terapia integrativa de pareja:¿ En qué consiste? La terapia integrativa de pareja propone que la aceptación y la tolerancia son el camino para impulsar un cambio positivo en una relación. Fuentes, (5).