La amatoria tiene que ver con la expresión del deseo, lo que llamamos la conducta o las “relaciones SEXUALES”.
Evidentemente, cada persona tiene su manera particular de expresar y manifestar su erotismo y por lo tanto, al unirse con otra persona, cada pareja tiene sus propias formas de encontrarse en su arte de amar o arte amatorio o como se dice, de hacer el amor o de mantener relaciones sexuales.
La amatoria es el campo más promocionado del hecho sexual humano, y a los jóvenes y no tan jóvenes, sin duda, el que más interesa: cómo “hacerlo”, qué posturas existen, cuánto placer se siente, cómo conseguir que el otro disfrute, dónde hay que estimularse, cómo proponerlo…son dudas que surgen en casi todas las intervenciones y de lo que más se habla entre los grupos de iguales.
Por eso, necesitan los jóvenes aprender, que lo que les va a producir satisfacción es la conexión entre la erótica y la amatoria y no tanto lo que les enseñan los recursos que se encuentran en el mundo online, donde se protagonizan ciertas prácticas sexuales genitalizadas, sin erotismo, promoviendo relaciones de desequilibrio, de dominancia y sumisión, de ejercer poder sobre el otro y sobretodo donde hay grados de violencia sexual…siii hablo del PORNO.
Actualmente PORNO = A AMATORIA = EDUCACIÓN SEXUAL… y aquí la liada está servida!!!
Estamos hablando de la industria que más millones mueve a nivel universal, estamos hablando de que el número de visitas a las páginas pornográficas superan a las de amazon, twiter y Netflix juntas.
Tengo que alertaros que estamos delante de unos jóvenes que aprenden las prácticas sexuales a través de páginas puramente agresivas sexualmente, sin que aparezca el componente de la erótica, ni del afecto y mucho menos de los valores que garanticen que van a tener una sana vida sexual.
Estas páginas para los jóvenes y no tan jóvenes son potenciadores de disfunciones sexuales y problemas mentales, de hecho exiten las PIED que son las llamadas disfunciones sexuales inducidas por el porno. Y porque ocurre esto? Pues porque reúnen las 5A; os las voy a explicar rápidamente: accesible, asequible, anónimas, atractivas y adictivas.
Es la droga legal de nuestros jóvenes, es a lo que se exponen día a día a través de RRSS, están también en el whatsaap a modo de gifs y porque a golpe de un click se puede compartir cualquier video. Ya tienen hasta una red social sexual; el only fans que se ha convertido en un escenario sexual a cambio de dinero, en mi cabeza eso se llama prostitución y es una realidad en la actualidad.
Lo único que nos queda es educarles, enseñarles a tener valores, un espíritu crítico a la hora de acceder al contenido y a no ser una oveja más del rebaño de la tiranía del placer sexual.
Ellos tienen un cerebro que se lo pide a gritos, es un cerebro vulnerable en busca de dopamina, de nuevas experiencias y de reconocimiento. Son “carne de cañón” y nuestra herramienta no puede ser la prohibición porque para ellos el prohibir es más excitante todavía. Nuestra responsabilidad es crearles consciencia y tener en los dispositivos electrónicos filtros para que no les llegue cierto contenido. Debemos cuidarles y ellos lo agradecerán, aunque no sea en el presente, sí en el futuro. A todo el mundo le gusta aprender sobre las prácticas sexuales, y evidentemente vamos a visualizar cantidad de contenido erótico a lo largo de nuestra vida pero hay que saber buscarlo, hay que saber acceder a él e incluso pagar por ver un buen contenido. Es como pagar Netflix pues lo mismo con contenido que cumpla los valores que quieres ver.
La delgada línea roja entre el placer de las relaciones sexo-afectivas que incluso son indicadores de una buena salud vital y entre el placer sexual como una droga donde hay una búsqueda constante de novedad y experimentación, la marca la ansiosa DOPAMINA.