Piensa que las teorías psicológicas han sido estudiadas sobre todo en cuerpos masculinos (sin hormonas con ciclos de un mes, sin embarazos, sin lactancia, sin sangrados…) y aplicadas muchas veces a mujeres (¿te suena Freud y sus trabajos sobre la histeria femenina?). No tiene mucho sentido estudiar una cosa en base a A y luego aplicarla a B ¿no?
Pues por eso la psicología feminista surge como una respuesta crítica a estas teorías tradicionales en psicología que a menudo han ignorado las experiencias de las mujeres y otras identidades de género (aunque luego se hayan empeñado en decir cómo tienen que ser).
Las psicólogas feministas proponemos que el género no debería ser tratado solo como una variable más en la investigación, sino como un eje central para entender las dinámicas de poder y desigualdad que influyen en la salud mental de todxs. Además, la psicología feminista promueve el empoderamiento y la igualdad, desafiando estereotipos y roles de género restrictivos. Y ojo, las restricciones y estereotipos también se aplican a hombres: ¿o si no qué me dices de la salud mental de ellos?¿sabes que la tasa de suicidio en hombres es alarmantemente más alta que en mujeres?¿no crees que ellos también necesitan explorar cómo se relacionan con sus emociones?
Mi opinión es que conocer la perspectiva feminista es esencial. Para todxs, porque al final es una invitación a repensar la salud mental desde una perspectiva más inclusiva y equitativa. Y no se tú, pero yo creo que una perspectiva que tenga en cuenta la variable del género es suuuuper necesaria ahora que conocemos todo lo que nos afectan las expectativas de ser mujeres y ser hombres.
Porque no somos iguales, pero merecemos tener las mismas oportunidades y derechos.