¿Puedo ir a terapia si no sé qué me pasa?
¿Te ha pasado que llevas un tiempo sintiéndote desconectada, como si algo no encajara, pero no sabes exactamente qué es? Esa sensación de vacío o confusión puede ser difícil de explicar, y quizá hasta te preguntas: «¿De qué sirve ir a terapia si ni siquiera sé cómo empezar a hablar de esto?»
La realidad es que no necesitas tener todas las respuestas para empezar. Muchas veces, llegamos al punto de buscar ayuda después de haber intentado de todo: hablar con personas cercanas, leer, buscar herramientas, incluso cambiar nuestras rutinas. Y aun así, la sensación persiste.
Lo que sientes tiene un contexto
Lo que estás viviendo ahora no es algo aislado. Las emociones que experimentas tienen raíces en el contexto actual de tu vida, en las experiencias que has acumulado, y en las formas en las que has aprendido a enfrentar las dificultades.
Por ejemplo, quizás estás enfrentando demandas emocionales de tus relaciones, expectativas en el trabajo que te sobrepasan, o esa presión constante de “debería estar bien, pero no lo estoy”. No significa que estés fallando; significa que estás viviendo una experiencia humana.
En terapia, no se trata de encontrar respuestas inmediatas o mágicas, sino de explorar qué está ocurriendo en tu vida y cómo tus emociones y acciones se han moldeado por tu contexto. Es una invitación a mirar esas raíces, con curiosidad y sin juicio.
La terapia como un espacio para pausar
Muchas veces pensamos que debemos llegar a terapia con un problema claro y definido. Pero la verdad es que no necesitas entender todo lo que sientes para dar el paso. La terapia no es un lugar para juzgarte, sino para acompañarte a explorar, entender y transformar.
Desde un enfoque conductual-contextual, trabajamos con lo que hay ahora:
- Lo que sientes, incluso si es confuso.
- Lo que haces con esas emociones, y cómo esas respuestas están influyendo en tu vida.
- Lo que valoras de verdad, para encontrar una dirección más clara y significativa.
No se trata de hacerlo todo sola
Si sientes que algo no encaja, que las piezas no terminan de armarse, quiero que sepas que no tienes que cargar con todo por tu cuenta. Buscar ayuda no significa que hayas fallado; significa que estás buscando un nuevo camino.
En terapia, trabajaremos juntas para que esas emociones que ahora pesan puedan ser entendidas y, poco a poco, menos abrumadoras. Porque a veces, el primer paso no es resolverlo todo, sino simplemente abrir un espacio para empezar a mirar lo que está ahí.