Las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades cognitivas de alto nivel que permiten la autorregulación, el control de impulsos, la planificación, la organización y la flexibilidad mental. Estas funciones son esenciales para resolver problemas, alcanzar metas y adaptarse a situaciones nuevas o cambiantes. Según Diamond (2013), las funciones ejecutivas principales son la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva, y están relacionadas con otras habilidades como el razonamiento, la planificación y la resolución de conflictos.
Entendiendo las funciones ejecutivas en niños: Qué son y por qué son tan importantes
Las funciones ejecutivas son como un «director de orquesta» en el cerebro que organiza y dirige nuestras acciones para alcanzar metas específicas. Estas habilidades incluyen:
Memoria de trabajo: Retener y manipular información en el corto plazo.
Control inhibitorio: Resistir impulsos y pensar antes de actuar.
Flexibilidad cognitiva: Adaptarse a cambios y pensar en soluciones alternativas.
En los niños, estas funciones son fundamentales para regular su comportamiento, prestar atención en clase, resolver problemas y manejar emociones. Aunque nacen con el potencial para desarrollarlas, necesitan apoyo continuo, especialmente durante los primeros años de vida y la adolescencia.
Cómo identificar dificultades en las funciones ejecutivas en niños
Algunos signos comunes que pueden indicar problemas en las funciones ejecutivas son:
Dificultad para terminar tareas o seguir instrucciones.
Problemas para organizarse (por ejemplo, olvidar materiales escolares).
Impulsividad o dificultad para controlar emociones.
Resistencia al cambio o frustración con situaciones inesperadas.
Problemas para recordar información que acaban de aprender.
Estos comportamientos no siempre son intencionales; a menudo reflejan que el niño/a necesita más apoyo en estas áreas. Hablar con un profesional de la psicología puede ser útil si las dificultades son significativas.
Ejercicios prácticos para fortalecer las funciones ejecutivas en casa
Hoy te propongo estas actividades para trabajar en casa:
1. Juegos de mesa: Juegos como «Simon Dice», «Memory» o «Uno» fomentan la memoria de trabajo, el autocontrol y la flexibilidad.
2. Planificación de tareas: Haz listas de tareas con ellos, priorizando lo importante y organizando los pasos.
3. Gestión del tiempo: Usa un temporizador para actividades específicas, ayudándoles a concentrarse.
4. Cocinar juntos: Seguir recetas desarrolla la planificación y la memoria de trabajo.
5. Rutinas claras: Establece horarios consistentes para la escuela, las comidas y el tiempo libre.
Las funciones ejecutivas en el entorno escolar: Estrategias para apoyar a los niños
Te incluyo aquí algunas de las estrategias que recomiendo cuando en el aula, los niños presentan dificultades en funciones ejecutivas. No todas se aplican a todos, a veces lo que me sirve a mí, a ti no, pero es bueno trabajarlas porque en algún momento pueden servirte de guía e inspirarte a saber cómo hacerlo mejor.
Instrucciones claras y fragmentadas: Divide las tareas grandes en pasos pequeños.
Apoyo visual: Usa organizadores gráficos, esquemas o listas de verificación.
Tiempo adicional: Permite más tiempo para completar actividades complejas.
Ambiente estructurado: Minimiza distracciones y proporciona una rutina predecible.
Reforzadores positivos: Alaba los esfuerzos y logros para motivarles.
Además, es fundamental la comunicación entre padres y profesores para adaptar las estrategias según las necesidades del menor.
Cómo fomentar las funciones ejecutivas a través del juego y actividades cotidianas
El juego es una herramienta poderosa para desarrollar estas habilidades. Para ello, te dejo algunas ideas:
Juegos de rol: Representar situaciones como «ir de compras» o «ser maestro» ayuda con la planificación y la flexibilidad cognitiva.
Construcciones: Usar bloques, Lego o puzzles favorece la organización y la resolución de problemas.
Deportes de equipo: Enseñan a seguir reglas, colaborar y manejar emociones.
Cuentos interactivos: Leer libros y pedir que inventen finales alternativos fomenta la creatividad y la flexibilidad.
¿Qué hacer si mi hijo/a tiene dificultades con las funciones ejecutivas? Pautas y recursos útiles.
Si notas que tu hijo o tu hija tiene problemas en estas áreas, aquí tienes algunas recomendaciones que suelo aplicar en mi práctica diaria y que dan resultados exitosos.
1. Habla con su maestro/a: Evalúa cómo se comporta en la escuela.
2. Consulta con un profesional: Un psicólogo infantil puede realizar una evaluación detallada.
3. Aplica estrategias concretas: Por ejemplo, usar organizadores gráficos o apps de recordatorio.
4. Sé paciente: El desarrollo de estas habilidades lleva tiempo y práctica.
5. Accede a recursos adicionales: Hay libros, talleres y aplicaciones diseñadas para mejorar las funciones ejecutivas.
De la teoría a la práctica: Claves para desarrollar funciones ejecutivas en diferentes contextos
En casa: Usa rutinas diarias, listas de tareas y juegos como apoyo.
En la escuela: Aplica estrategias visuales y técnicas de organización.
En actividades extracurriculares: Deportes, música o teatro fomentan habilidades como la autorregulación y la flexibilidad.
Con apoyo profesional: Terapias basadas en juegos o programas específicos para funciones ejecutivas pueden ser muy útiles.
Adaptar el enfoque a cada contexto asegura que el niño/a reciba apoyo consistente y significativo.
Consulta con tu profesional de referencia, en cualquier caso, cada niño es un mundo, y aunque más es menos, a veces solo tenemos que conocerlo para saber que es lo más indicado según las necesidades.
Funciones ejecutivas y emociones: Cómo ayudar a los niños a autorregularse
La regulación emocional está íntimamente ligada a las funciones ejecutivas. Para ayudar a los niños/as, por ello, te dejo mis recomendaciones ya que somos sus adultos de referencia y por tanto nos convertimos en su espejo.
Modela el autocontrol: Muestra cómo gestionas tus emociones en situaciones difíciles.
Usa estrategias de respiración: Enséñales técnicas simples para calmarse.
Crea un rincón de calma: Un espacio donde puedan retirarse cuando se sientan abrumados.
Habla de emociones: Ayúdales a identificar lo que sienten y a buscar soluciones juntos.
Refuerza logros emocionales: Reconoce cuando logran controlar su frustración o resolver un problema por sí mismos.
Trabajar las emociones desde la empatía y la constancia permite a los niños fortalecer su autorregulación y su autoestima.
En Egovida ya hemos puesto en marcha este juego, y ¿sabes que cómo reaccionan los peques? ¡¡A todos les encanta!!! El excursionista perdido, es un juego para desarrollar habilidades como la planificación para que a medida que van creciendo sean capaces de anticiparse mentalmente, realizar una tarea y pensar en el futuro para alcanzar una meta. También estamos poniendo en marcha la atención y la memoria de trabajo.
Este juego requiere que los jugadores sigan unas reglas, tomen decisiones estratégicas y se adapten a situaciones cambiantes.
¡De manera lúdica, trabajamos de forma efectiva este tipo de habilidades y lo más importante los más pequeños disfrutan aprendiendo!
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Referencias
Anderson, P. (2002). Assessment and development of executive function (EF) during childhood. Child Neuropsychology, 8(2), 71-82.
Center on the Developing Child at Harvard University (2011). Building the Brain’s “Air Traffic Control” System: How Early Experiences Shape the Development of Executive Function.
Diamond, A. (2013). Executive functions. Annual Review of Psychology, 64, 135-168.
Miyake, A., & Friedman, N. P. (2012). The nature and organization of individual differences in executive functions: Four general conclusions. Current Directions in Psychological Science, 21(1), 8-14.