Reto: Cambia tus hábitos visuales, mejora tu visión 7.

Hoy en día utilizamos los ojos de tal manera que abusamos de la visión central, y tenemos completamente olvidada la visión periférica. Cuando no incluimos la periferia en nuestro mirar, estamos fijando la mirada, seguramente no parpadeando lo suficiente y reteniendo la respiración, cosa que conlleva mucha tensión en los músculos oculares y un estado de rigidez. Esto pasa siempre que estamos delante de pantallas y cuando proyectamos nuestra mirada a un espacio limitado, sin abrir el campo visual.

Así que, para activar la visión periférica hay que abrir el campo visual e incorporar el máximo de elementos fuera de la visión central. ¿Y cómo hago eso? Pues, primero poniendo consciencia al enfocar cualquier cosa. No solo veo lo que enfoco, sino todo lo que está alrededor, de una manera menos nítida.

Un ejercicio que ayuda mucho a abrir el campo visual es andar de espaldas. Se activa la periferia automáticamente, por supervivencia. Te animo a hacerlo en algún momento del día y a poner atención a lo que ocurre.

Cuando estoy mirando el ordenador, móvil o cualquier otra pantalla, puedo agitar las manos al lado de la cabeza y ese movimiento hará que se active la visión periférica y que mis ojos no se tensen tanto.