Durante el mes de abril, realicé un taller de educación afectivo-sexual en el Centro de Atención Psicosocial Queiles de Tudela.
Estuve muy a gusto, me sentí muy cómoda. Los participantes me transmitieron su afecto y agradecimiento durante todas las sesiones.
Os dejo a continuación, algunos puntos clave en torno a la Sexualidad:
- La sexualidad No es solo sexo.
- La sexualidad es una dimensión importante de la persona que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida.
- La sexualidad nace y muere con el ser humano. Es dinámica y cambiante según vamos creciendo.
- Cada persona desarrolla un modelo de comportamiento sexual diferente.
- La sexualidad es para todos.
- Todos somos iguales; pero diferentes a la vez.
- Todos tenemos los mismos derechos (también sexuales y reproductivos)
- Es importante mantener relaciones sanas (evitando la dependencia emocional y las relaciones tóxicas) y sentir bienestar en relación al desarrollo de nuestra sexualidad.
Dialogamos sobre lo que más les preocupaba en relación a su sexualidad, y qué les gustaría conseguir para mejorar su bienestar y sentirse más satisfechos en este ámbito.
Compartimos cosas positivas relacionadas con su vida afectivo-sexual que les iban ocurriendo a lo largo de la semana, que les hacían sentir bien, y que querían que siguiesen ocurriendo.
Reforzamos el sentimiento de control y de responsabilidad sobre las cosas que ocurren día a día en nuestra vida.
Sentir placer también es disfrutar de las cosas buenas que tiene la vida (actividades agradables placenteras) y del afecto de nuestros amigos y seres queridos o familiares.
Como seres sociales que somos, necesitamos apoyo social. Somos más fuertes cuando amamos y nos sentimos amados.
El traje que encaja en todos los cuerpos es el abrazo.
El abrazo es terapéutico, libera oxitocina (la hormona del amor), nos calma y nos produce una sensación de bienestar.
¿Por qué fijarnos en las cosas buenas que tiene la vida?
Porque cuando me ilusiono, mi cerebro produce cambios neurológicos y verdaderamente aumenta la posibilidad de que nos sucedan cosas buenas.
Para que nos pasen cosas buenas tenemos que tener deseos, objetivos, ilusiones y un proyecto de vida.
Para que nos pasen cosas buenas tenemos que saber lo que queremos. Nos tenemos que conocer. Encontrar el sentido a nuestra vida. Conocer qué hacer para sentirnos mejor.