Muchas personas, cuando sienten poco deseo sexual se preocupan. Tener bajo deseo sexual lo llegan a vivir como un problema en su relación de pareja. Más bien, lo que sienten como un problema es la poca frecuencia con la que tienen relaciones sexuales con su pareja. Aunque suene triste, pocas veces se paran a pensar por qué no tienen deseo sexual y sus objetivos viniendo a terapia es tener más cantidad de relaciones sexuales (sin plantearse nada respecto a la calidad).
Si nos detenemos un momento, ¿por qué íbamos a preguntarnos por qué no tenemos ganas si lo que nos dicta la sociedad es que “lo normal” es tener ganas? ¿Por qué priorizamos la cantidad sobre la calidad? Con razón, quienes no sienten tanto deseo como deberían sienten que algo no anda bien en su interior si no se tiene la libido por las nubes. Como ya expliqué en No tengo deseo sexual y no sé por qué: Causas y consecuencias de la falta de deseo sexual el deseo sexual funciona de distintas maneras, puede ser muy cambiante y no lo podemos reducir a tenerlo o no tenerlo. En el artículo de hoy os quiero contar algunas claves que puedes poner en práctica para mejorar tu deseo.
6 consejos para aumentar tu deseo sexual.
Si vas a poner en práctica estos consejos me gustaría que fuera desde la amabilidad y no tanto desde el “tengo que”. Estos tips son solo consejos que no les tiene que servir a todo el mundo. Quédate con los que te sirvan a ti, mi intención es solo plantearte nuevas maneras de ver y relacionarte con tu deseo sexual y cambios que a lo mejor puedes llevar a cabo.
- Fomenta tus fantasías.
Hay muchas maneras de hacerlo y muchas alternativas a la pornografía. Mi enfoque al respecto siempre será que no consumas porno. He escuchado a profesionales de la sexología recomendarlo para tratar el bajo deseo sexual, sin embargo, estudios recientes han demostrado que es muy dañino para el cerebro (ya que hiperactiva el sistema de recompensa y deteriora el córtex prefrontal, la principal estructura encargada del control de nuestros impulsos) y puede generar adicción. Como alternativa tienes las novelas eróticas o las series y películas con alto contenido erótico, que al no ser tan explícitas obligas al cerebro a imaginar y a dejarse llevar.
- Revisa las causas.
¿Qué puede estar afectando a tu deseo sexual? ¿desde cuándo notas que ha ido disminuyendo? ¿ha sido algo repentino? ¿tienes la causa o las causas localizadas? En mi experiencia, las causas del bajo deseo suelen ser bastante circunstanciales, es decir, está ocurriendo algo estresante en la vida de la persona que hace que no priorice las relaciones sexuales y que, por tanto, su deseo sexual no esté tan presente. Puede ser también que la rutina de la persona no permita que su deseo salga. Es normal que el cansancio afecte a nuestro deseo. Además, también puede ser que, según en el momento de nuestra vida en el que nos encontremos, que prioricemos descansar o dedicarnos a nuestros hobbies a tener sexo; lo cual es más que válido y lícito.
- Habla con tu pareja.
Si no hay honestidad, aunque la honestidad duela, tu pareja rellenará los huecos de las explicaciones que no tiene con explicaciones que rondan en su propia cabeza. La falta de comunicación hará que la falta de deseo aumente y persista. Tu pareja puede llegar a imaginarse que ya no la quieres o que ya no te atrae. Si le explicas lo que te está ocurriendo (ej.: “llego muy cansada/o”, “ahora mismo tengo muchas cosas en la cabeza”) podrá poner los pies más en la tierra. Si cada vez que toma la iniciativa solo recibe un no por respuesta se preguntará qué pasa.
- Pasa tiempo con tu pareja.
El deseo sexual no es algo que surge así sin más. Es como un fuego que hay que ir alimentando, si no echas leña se acaba apagando. Por eso, no hacer planes con tu pareja o, sencillamente, no estar físicamente cerca de ella, al no tener roce y cariño tu deseo sexual va a decir: “en esta fiesta no estoy invitado”. Sin embargo, si os abrazáis, acariciáis y/u os besáis tu deseo sexual pensará: “hoy quizás me llaman” y se quedará cerquita por si acaso. Por eso, cuidar que estén presentes los gestos de afecto y cariño y tener planes de pareja para seguir cuidándola es importante para cuidar la relación y, si la relación está bien, es más probable que el deseo sexual se avive. Dicho de otra forma, si la relación de pareja no está pasando por un buen momento es frecuente que no haya ganas de tener sexo tampoco.
- Sal de la rutina sexual.
Quizás una de las causas sea que el sexo te aburra. Siempre hacéis lo mismo y se vuelve demasiado predecible. Innovar y hacer cosas nuevas en la cama, por supuesto, es algo que tenéis que hablar y poner en común. Practicar algo nuevo debe ser consentido, consensuado, pero, sobre todo, deseado. Si os da vergüenza o pudor, volved al punto 2 y trabajad en mejorar la comunicación.
- Ve a terapia sexual y de pareja.
Si nada de esto es ayuda, lo mejor será acudas o acudáis a terapia sexual y, en su caso, de pareja. A veces, solo viene a terapia la parte de la pareja menos deseante. Sin embargo, puede ser muy interesante que la terapia se haga en pareja, es decir, en equipo. Al fin y al cabo, la pareja es de dos y las dinámicas dentro de la relación pueden estar contribuyendo al bajo deseo sexual.
Conclusiones.
Estos consejos son para cuando el deseo sexual es bajo porque alguna causa contextual. Cuando la causa es de otro tipo como, por ejemplo, que la persona esté pasando por una depresión o que haya problemas en la relación de pareja será prioritario tratar esto primero. Aun así, no tienen por qué ser garantía de que te vaya a subir el deseo una barbaridad y que vayas a tener ganas a todas horas.
Por otro lado, animo a que tengamos en cuenta que en una pareja siempre va a haber una parte más deseante que otra. Ni tener mucho deseo ni tener poco está mal, ni significa que hay algo mal en ti o que es patológico. Tampoco se trata de buscar un punto intermedio, pues se corre el peligro de acabar cediendo a tener relaciones sexuales sin que realmente te apetezca. Se trata, más bien, de encontrar un punto en el que ambas partes estén a gusto. Eso no siempre es posible, por lo que también tendremos que trabajar la aceptación o, en su caso, valorar la compatibilidad con la pareja.
¿Buscas terapia sexual?
Recuerda que la parte menos deseante no es la que tiene el problema y, en muchos casos, las dificultades en la sexualidad y el sexo se resuelven mucho mejor en terapia sexual y de pareja. Si quieres más información, puedes contactarme aquí.
Referencias bibliográficas
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Chauca, J. A. L., & Rodríguez, Y. D. L. C. H. (2022). Terapia cognitivo-conductual en el trastorno del deseo sexual hipoactivo. Pro Sciences: Revista de Producción, Ciencias e Investigación, 6(42), 36-44.
Quiroga Quiroga, L. L. (2021). Sexualidad y Comunicación en la Pareja.