Lo primero que quiero que sepas es que es normal que nos preocupemos por lo que las otras personas puedan pensar sobre nosotros. Nos alegramos por las cosas buenas que nos dicen y por tanto, nos afecta cuando nos dicen algo malo.
Por ponerme como ejemplo (que me encanta), a lo largo de los años he recibido muchas críticas no constructivas, en cuanto a maternidad, negocio, estilo de vida, ¡mi estilo personal en la ropa!, etc.
No tener las herramientas para afrontar esta situación nos afecta a nuestra vida en general, a conseguir nuestros propios sueños, porque van directamente a herir a nuestra autoestima.
Y no amigas/os, con nuestra autoestima que no juegue nadie, ¡gracias!.
La clave está en saber diferenciar quién y desde dónde nos está llegando esa crítica.
Los juicios hablan más de las personas que los emiten que de ti misma. Por las creencias de esa persona y sus vivencias. Si entiendes esto marcará un antes y un después.
Lo siguiente que tenemos que entender es porque nos fijamos más en lo negativo que en lo positivo. Esto es algo que explico siempre a mis pacientes, nuestro cerebro es primitivo, fue diseñado en la prehistoria para estar en alerta a modo de supervivencia. Por lo que cada critica que recibimos, es una alerta para nuestro cerebro porque lo recibe como una amenaza.
Para saber diferenciar entre una critica “saludable” y otra que es para herir, te comparto estas herramientas:
- De quién viene esa opinión y si está justificada. Hazte estas preguntas cuando recibas una crítica: ¿me es útil esa opinión?, ¿a esta persona le importo de verdad?, ¿quiere lo mejor para mí?, ¿Lo hace con buena o con mala intención?, ¿qué vida ha llevado esa persona?, ¿está hablando de mí o de sus miedos?.
- Lista de personas con las que sabes que puedes conversar y dar tu punto de vista (aunque sea contrario) y arrímate más a ellas en estos casos.
- CELÉBRATE: haz un detox, disóciate, márcate una motivación saludable para cuando salgas de ahí.
Me encantará saber si te han ayudado éstas herramientas y que me cuentes cómo estás.
Espero haberte ayudado a ser tú, a tu manera. Te mando un abrazo muy fuerte.
Be.