Cercano el día de la madre. ¿Habrá conflictos?
La relación con la madre es la relación más importante del ser humano, un vínculo único que comienza en la gestación (o antes) y que pasa por diferentes etapas hasta el punto de que los papeles se invierten, y la que fue cuidada comienza a cuidar.
Un camino que nadie imagina ni sospecha porque es directamente proporcional a los vacíos y heridas que cada uno portamos (nuestros o de nuestro clan), y esta información se haya en nuestro inconsciente. Es decir, la desconocemos.
Lo que portamos nos influye y condiciona en cada paso que damos, en cómo vivimos nuestro embarazo, cómo abrazamos a nuestros hijos, qué enseñamos, callamos, exigimos, negamos…
Como madre: ¡Tanto amor nos invade!
Con más o menos resistencia entregamos todo lo que somos por la nueva vida que comienza a crecer en nuestro vientre.
Pasamos de ser “el centro”, de que la vida gire a nuestro alrededor y de nuestros planes, sueños, metas… Pasamos de dirigir nuestra vida a… “a ver cuándo puedo”.
Ya no hablo de noches sin dormir, o cambio de amistades, por no hablar del cambio de la talla de pantalones.
Me refiero a que ese ser maravilloso precisa unas atenciones, horarios, ropa, pasear, dejarla ir con las amigas, precisa tantas cosas… y yo, madre, ¡soy la responsable de gestionar el SÍ o el NO!
Y decido, sola o con mi pareja, decido, pensando que es ESO justo lo correcto, lo que tenemos que hacer. Decido que ESO es lo mejor, basándome en …………………….
Y decido un día y otro, y otro más. Y durante semanas, meses, años…, gestiono cómo creo que tengo que hacerlo. ¡¡¡¡TRAMPA!!!!
Porque llega el día de la adolescencia, donde te empiezas a enterar que, TODO lo hiciste mal. Que no supiste, no escuchaste, no entendiste…
Etapa que con suerte terminará, aunque muchas siguen escuchando durante el resto de su vida que hubo tantas cosas que hicieron mal.
Y ES CIERTO, no supiste hacer muchas cosas. Es cierto que cargamos a nuestros hijos con vivencias que no son muy recomendables.
Y también ES CIERTO que lo hiciste convencida de que era lo mejor.
Ahora llega el momento de que cada parte se haga responsable, consecuente.
Cuando miras a tu madre, observa y pregúntate:
¿Qué ves? ¿Qué pensamientos afloran? ¿Qué emoción te llena?
¿Tal vez existen entre vosotros secretos, vergüenzas, silencios, reproches…, además de un inmenso amor?
La relación con la madre es la relación más importante del ser humano, lo vivido con ella a lo largo de nuestra vida marcará nuestra relación con las otras personas que nos rodeen.
Nunca es tarde para resolver, para hablar. Nunca es tarde para descubrirnos a nosotros mismos a traves de otro.
Te invito, si lo deseas a los encuentros que realizo para ir profundizando en la relacion con nuestra madre y de paso ir tomando consciencia de nuestro papel activo
Enlace para encuentros grupales
Y si deseas trabajar de forma individual pincha aquí y podremos vernos en una primera consulta gratuita para que me expongas tu situación.