Muchas veces regresamos de las esperadas vacaciones o estamos deseando que lleguen, y es completamente normal, ya que de alguna forma sea lo que sea que hagamos, rompe con nuestra rutina diaria y eso es excitante.
¿Por qué digo esto? Es totalmente comprensible y saludable sentirnos felices si hemos planeado un viaje, si tenemos el privilegio de poder desconectar unos días y disfrutar de nuestras personas favoritas. Como dije, es un privilegio por el que sentirnos agradecidos y agradecidas.
Pero no olvidemos que la vida es lo que nos sucede cada día. Es este preciso instante, es ese trayecto al trabajo, es esa ducha después de hacer ejercicio, es ese abrazo de tu hijo, es esa llamada telefónica a un familiar, es lavar los platos, es cada interacción con aquellas personas que ese día intercambiaron una mirada, una palabra o sonrisa con nosotras. Es todo. Y, al igual que entrenamos nuestro cuerpo, también podemos entrenar nuestra mente para lograr traerla más a menudo al momento presente.
Sin duda, nuestra mente en algunos momentos nos sorprenderá con recuerdos del pasado, buenos y no tan buenos, o nos trasladará a escenarios futuros que quizás no sucedan. Es normal y ¡qué suerte que podamos recordar momentos e imaginar-crear el futuro que queremos!
Pero no descuides lo que esta sucediendo ahora y presta atención a los detalles que te rodean.
¿Cómo podemos lograr esto?
- La respiración es tu mejor aliada: cada vez que te acuerdes, conecta con tu respiración, sea lo que sea que estés haciendo. Y una vez hayas vuelto a tu respiración, podrás observar con más claridad y calma que sucede dentro de ti y a tu alrededor.
- Como dije, entrena tu mente: intenta cada día comentarle a alguien cercano algo positivo que hayas observado, algo que te haya hecho sentir bien, que te guste o te haya pasado. Entrena tu mente para ser capaz de captar más detalles y cosas positivas.
- Si algo te molesta o te ha enfadado, nuevamente, intenta volver a tu respiración. En primer lugar, te ayudará a disminuir la activación de la amígdala y responder de una manera más reflexiva. En segundo lugar, podrás analizar que es aquello que te ha molestado y por qué (hablaré de esto en otro articulo más adelante, pero muchas veces simplemente estamos tan intoxicados de cortisol, estresados e irritados, que reaccionamos).
En definitiva, práctica una respiración más consciente día a día, mientras caminas, mientras cocinas, mientras tomas una ducha o prácticas algún deporte. Poco a poco, irás interiorizando este hábito y cada vez te será más sencillo.
En terapia, aprendemos entre otras cosas a entrenar estas habilidades y conocernos mejor.
En yoga, la respiración es el eje fundamental de la práctica.
La respiración es el puente entre nuestro cuerpo y una mente presente y sana, así que ¿por qué no intentarlo?
RESPIRA