Errores de pensamientos: Poner etiquetas
Retos de cambio: Ver a las personas más allá de los juicios
Este error de pensamiento nos hace atribuir los comportamientos de las personas en rasgos de personalidad, especialmente cuando se juzgan como negativas. La intención es cambiar esta tendencia para atribuir estos comportamientos a un conjunto de factores que influyen en lo que la gente hace, no en lo que la persona es. Para ello, es necesario dejar las generalizaciones que juzgan negativamente a la persona; cambiando el «es así «por «ha hecho esto».
Si nos ponemos a buscar recuerdos, cuántas veces nos han dicho… Eres despistado/a por habernos dejado unas cosas o eres tozuda/o por defender nuestra opinión. Si indagamos en este tipo de recuerdos, ¿cómo nos han hecho sentir? Una etiqueta está añadiendo a esa palabra, muchas más características. No es lo mismo ser un extranjero que un inmigrante. El lenguaje es importante por todos los conceptos implícitos que lleva dicha palabra.
Consecuencias del etiquetaje negativo
- Genera rechazo hacia la persona etiquetada (sea uno mismo o sea otro).
- Alimenta el filtro mental, llevando a la persona que ha utilizado el eti-
quetaje a fijarse especialmente en aquellos comportamientos de la per-
sona etiquetada que confirman dicha etiqueta. - Dificulta la comprensión del comportamiento o comportamientos que
han originado la etiqueta. Las etiquetas no explican los comportamien-
tos; sólo generalizan lo que hace la persona.
Ejemplos
Pensamiento con autoetiquetaje
«No me atrevo a hablar con mi pareja de ciertas cosas que no acaban de ir bien.
Soy una cobarde.»
Pensamientos con etiquetaje a la otra persona
«Marta es una irresponsable, ¡debería estar en su puesto de trabajo, no con el móvil!»
«Mi hijo/a no quiere colaborar en casa. Es un vago.»
Pensamientos sin autoetiquetaje
«Me gustaría plantearle a mi pareja algunas cosas que creo que no van bien en la relación aunque he de reconocer que me da coraje. Voy a intentar preparármelo antes para poder dar el paso.»
Pensamientos sin etiquetaje
«Voy a hablar urgentemente con Marta sobre las normas. La encuentro demasiado a menudo fuera de su puesto de trabajo. El uso del móvil es solo para urgencias»
«Mi hijo/a dice que no sabe cómo ayudar en casa. Voy a ver por qué, voy a intentar averiguar las razones y ayudarle.»
Hay que tener en cuenta que el hecho de catalogar rígida y estáticamente a la
gente nos ahorra el esfuerzo de estar continuamente atentos a sus conductas y, en lo que respecta a nosotros/as mismos/as, nos dispensa del trabajo de intentar cambiar. Por esta razón, las etiquetas solamente descriptivas, las que usamos con el fin de ahorrarnos saliva y agilizarnos la vida, y que se usan en lugar de describir con pelos y señales la conducta de la que se trate; son las beneficiosas. En cambio, de las que estamos hablando hoy, las etiquetas falsamente explicativas, que son aquellas que usamos para intentar explicar las razones de una conducta. Son las que debemos tomar consciencia para irlas reduciendo.
Te animamos a realizar este reto para corregir este error de pensamiento y que nos cuentes tu experiencia.
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