La vuelta al cole puede ser un momento emocionante, pero también desafiante para muchas familias. Tras las vacaciones, retomar la rutina escolar a menudo supone un gran cambio, tanto para los niños como para los adultos. Sin embargo, con una planificación adecuada y algunos consejos prácticos, es posible hacer que este proceso sea mucho más llevadero y, por qué no, ¡hasta agradable!
En esta entrada, quiero compartir contigo 7 tips clave para que la vuelta al cole no se convierta en una fuente de estrés añadido, sino en una oportunidad para crear hábitos saludables, fomentar la autonomía de los más pequeños y empezar el nuevo curso con energía positiva. Porque cuidar el bienestar emocional de toda la familia es fundamental para afrontar este nuevo inicio con éxito. ¡Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo más fácil!
Te recomiendo que entres en sintonía con las emociones que se generan en todos los niños y las niñas cuando después de dos meses de vacaciones tienen que volver al curso escolar. Tanto en los primeros días de inicio del curso como la semana anterior, suele ser común experimentar un bajón emocional por el fin del verano o las vacaciones. Para conseguir todo lo que te planteo a continuación, sería bueno preparar materiales, libros, ropa con antelación… Esto reducirá los nervios y dejaremos espacio a lo planificado para una adaptación con “cero estrés”.
Atender a su estado de ánimo y responder a sus inseguridades.
Estar preparados para escucharlos activamente y ayudarles a hacer más llevadera esta transición, mostrándole que eso mismo también nos pasa a nosotros. Para algunos niños/as y adolescentes el regreso al entorno escolar puede suponer un momento de ansiedad, tristeza, y miedos… Vigila síntomas de irritabilidad, ansiedad, tristeza…, y habla con él o ella para saber de dónde vienen y como ayudarle. Recurre a tu psicóloga (profesional de referencia) si empeora. A veces, en el caso de los más pequeños, visitar el colegio puede ser una estrategia de anticipación que los prepara, otras veces solo recordar o hablar de las cosas positivas los animará.
Seguir dedicándose tiempo juntos y de ocio.
El fin de las vacaciones no debe ser sinónimo de dejar de hacer planes juntos y divertidos que los más pequeños adoran. Una opción para facilitar la adaptación es quedar antes de empezar con esos antiguos compañeros y amigos del cole y recordar juegos en común. Además, no olvidemos que seguir promoviendo el disfrute y el vínculo tras el inicio del curso ayuda a liberar esas tensiones del nuevo comienzo escolar.
Planifica la rutina.
Siempre que se pueda y con las adaptaciones que requiera para los más pequeños lo ideal es antes de empezar, crear la nueva rutina donde se les involucre y juntos se cree el horario semanal. Te recomiendo para los más pequeños hacerlo visual, y ponerle unas pestañas a cada día completado y a cada tarea para cuando se finalicen. ¡Además, estaremos potenciando que sepan gestionar el tiempo y a organizarse! Ah, y no te olvides de incluir los períodos de descanso y ocio.
Retoma la rutina y horarios.
Comienza a ponerla en práctica. Es bueno adaptar horarios, como la hora de acostarse y levantarse. Así como el horario de actividades rutinarias de forma progresiva.
Todo listo la noche de antes.
Dejar la noche de antes el material preparado, así como el espacio de estudio en los mayores, tener tu rutina de descanso bien restaurada (baño relajante, cuento o desconexión antes de irse a dormir, evitando las actividades que estimulan una hora antes), te permitirá pasar al siguiente Tips sin problemas.
Evita las prisas por la mañana.
Lo más importante aquí es conocer el perfil que presentamos tanto como familia como en sí cada miembro de ella. No es lo mismo conocerse y saber que tiempo necesitamos para estar al máximo, y si a eso le sumamos el proceso que lleva nuestro hij@ en su autonomía básica, por ejemplo, lo que necesitaremos es levantarnos con tiempo y sin prisas para cumplir con aquello que requiere de nuestro cariño y paciencia, dejando atrás las exigencias y enfados.
Despedida de nuestro hijo o hija en el colegio.
Cuando son más pequeños y cuando el vínculo está muy apegado suele ser un momento difícil tanto para ellos como para nosotros. Por eso, no hay que olvidar que en estos casos hacerlo de forma rápida pero segura será la decisión más acertada. De lo contrario, sería un drama para todos y perdemos la oportunidad de ofrecerles un modelo de comportamiento muy útil en su desarrollo. Para ello, transmite seguridad y calma, hazle saber que estás ahí, aunque te vayas y recuérdale que tras el regreso tenéis planes por hacer y que te apetece mucho. No te culpes si se queda llorando, es inevitable.