Nací en San Sebastián en septiembre de 1986.
La duración ‘oficial’ de mi embarazo fueron 3 meses:
Cuando mi madre se quedó embarazada de mí los test de embarazo daban negativo y en la ecografía que le hicieron el médico le dijo que tenía un embarazo psicológico.
¿Te lo imaginas? Ya has tenido un hijo antes, sabes lo que es estar embarazada… Pero los médicos y las pruebas para diagnóstico dicen que No.
El diagnóstico fue un tumor en la hipófisis, así que la medicaron para ello.
¡Así fue mi llegada a esta vida!
Lo siguiente que te contaré aquí de mí es que estudié Ingeniería Informática en la universidad del País Vasco.
Nunca me dediqué a ello.
Ayudé a mis padres desde los 15 años en el bar que tenían. Estudié la carrera porque no quería dedicarme a la hostelería…
O porque la mayor ilusión de mi padre era que sus hijos tuviéramos una carrera, no estoy segura.
El tercer año de carrera descubrí que me gustaba más hablar con personas que con los ordenadores, pero decidí terminar la carrera porque ‘nunca se sabe’.
Con 32 años sabía hablar euskera, inglés y francés.
Tenía una casa propia con vistas al mar.
Era la jefa de un negocio con 20 empleados.
Tenía muchos amigos, una familia que me quería, pareja estable…
Y me di cuenta que algo no iba bien porque un día llegaba a casa feliz y al siguiente llorando. Tenía muchos cambios emocionales que no entendía.
Y a una Virgo le gusta entender y tener todo controlado y organizado.
Todo lo que me había dado seguridad no me hacía feliz.
Fue tal la transformación a nivel personal que quise formarme para acompañar a otras personas a conectar con la Vida y el Amor, los de verdad.
El psicoanálisis me ayudó a entenderme, a reconocer mis emociones, a dar lugar a eso que hasta entonces no me había atrevido a ni siquiera soñar.
Las constelaciones familiares rompieron mis esquemas de ingeniera y me enseñaron que hay algo mucho más allá de lo que somos capaces de ver.
Exactamente igual que el wifi: no lo ves, pero lo utilizas.
La Osteopatía Bioenergética Celular me permitió conectar con eso que todos sabemos pero hemos olvidado: escuchar la información que emite nuestro cuerpo a través de sus tejidos y la retención emocional que condiciona nuestro bienestar.
Soy muy curiosa y me gusta comprender desde la raíz, por eso me formé y sigo haciéndolo en estas y otras disciplinas que me han ayudado a mí y lo hacen cada vez a más personas.