Te doy la bienvenida a la breve pero intensa historia de mi vida. En su día, fruto de desconocer mi vocación, cursé Administración de Empresas con la intención de escalar en la pirámide empresarial y labrarme lo que en aquel entonces creía que era un futuro prometedor.
A mis 23 años, una vez terminada la carrera universitaria, pude entrar en una de las multinacionales de mayor prestigio en servicios profesionales, en la rama de auditoría de empresa. A su vez, me fui a vivir de alquiler con la que en aquel entonces era mi pareja, sumando también esa nueva etapa de la relación al proyecto profesional que acababa de emprender. Durante los 4 años que estuve en esa situación, se fue gestando silenciosamente un estado de depresión: el conflicto de valores con la praxis empresarial empezó a hacer mella en mi autoestima y la convivencia en pareja hacía aguas por la rutina y la incomunicación. Fue en medio de toda esa tormenta, en la que la sensación de vacío existencial era la protagonista, cuando conocí la kinesiología y el mundo de la terapia.
A partir de entonces, emprendí mi transición del mundo empresarial al mundo terapéutico. Inicié una formación privada en Kinesiología Avanzada de más de 4 años y desde el 2do año de formación empecé a ejercer como terapeuta profesional en consulta privada. Ya han pasado 4 años desde entonces, en los cuales he tenido la oportunidad de ayudar puntualmente a clientes con una dolencia muy concreta, así como acompañar múltiples procesos de vida.
Pero paralelamente he ido ampliando el abanico de herramientas, fruto del autoconocimiento y de la educación autodidacta. Lo que empezó siendo un camino de sanación personal y de autodescubrimiento, acabó desatando mi pasión vocacional por ayudar y acompañar a otras personas en sus procesos, poniendo todo de mi ser a su servicio para que puedan realizar los cambios que necesitan con el acompañamiento adecuado. No conozco sensación más gratificante que poder ser testigo de la transformación consciente de las personas, dejando atrás aquella crisis existencial de la que solamente queda agradecimiento por brindarme la oportunidad de conectar con lo auténtico en mí.