Colette Dowling, define el Complejo de Cenicient@, a un entramado de actitudes y temores largamente reprimidos que tienen sumidas a las mujeres en una especie de letargo y que les impide el pleno uso de sus facultades y de su creatividad. Como Cenicient@s, algunas personas esperan hoy algo que, desde el exterior, venga a transformar su vida.
Como Cenicient@s modernas, nos esforzamos para mantener una imagen ideal, reprimiendo los impulsos hostiles y resentimientos, incluso sacrificando la autoafirmación, iniciativas, aspiraciones y con profundas sensaciones de inseguridad sobre nuestra capacidad y su valía.
A menudo las mujeres, en especial, fruto de la cultura y la sociedad y el legado machista, nos sentimos desamparadas, inseguras, frágiles y como con la necesidad de «ser salvadas». Pero también los hombres en una sociedad con vacío de roles masculinos, se sienten perdidos y sin saber como ser hombres en un mundo con escasez de referentes saludables y útiles.
Algun@s Cenicient@s, nos dejamos seducir por «Príncipes o Princesas azules», que parecen que nos van a sacar de las miserias y llevar a sitios ideales, cuando en realidad conseguir estos cambios depende de nuestra actitud y vitalidad personal.
Para dejar de ser Cenicient@s podemos:
1-Enfrentarnos con lo que sucede en nuestro interior y dejar de tener miedo
2-Sentirnos competentes, valios@s y segur@s de nosotr@s mism@s
3-Hacer un salto hacia la libertad, atravesando el conflicto interior, desenredándonos del pasado, soñando, liberándonos de dependencias insanas y tóxicas, para crear relaciones de empoderamiento, acompañamiento y potenciación de nuestra creatividad.
Ya Sigmund Freud nos hablo en su día del miedo al éxito, la novela familiar como escenario donde algunas mujeres y hombres tienen dificultades para lograr cumplir sus metas y sus sueños sin sentirse culpables, por llegar más lejos que los propios padres. Muchas mujeres y hombres, cuyos padres han sido personas fracasadas, no pueden identificarse con modelos positivos y poderosos de desarrollo y se lastiman una y otra vez, sin poder llegar a darse lo que podrían conseguir elaborando la historia familiar y permitiéndose sin culpas, ni miedos, llegar lejos y ser felices!
«Cuando el individuo, a medida de su crecimiento, se libera de la autoridad de sus padres, incurre en una de las consecuencias más necesarias, aunque también una de las más dolorosas que el curso de su desarrollo le acarrea. Es absolutamente inevitable que dicha liberación se lleve a cabo, al punto que debe haber sido cumplida en determinada medida por todo aquel que haya alcanzado un estado normal. Hasta el progreso mismo de la sociedad reposa esencialmente sobre esta oposición de las generaciones sucesivas. Por otra parte, existe cierta clase de neuróticos cuyo estado se halla evidentemente condicionado por el fracaso ante dicha tarea.· La novela familiar del neurótico Freud, 1908.
Bibliografía: Colette Dawling, El complejo de Cenicienta. El ceniciento. Jerry Lewis (1952) El síndrome de Cenicienta Dr. Peter K. Lewin en 1976, Canadian Medical Association Journal. En ella se describen las falsas acusaciones de algunos niños adoptados, de ser maltratados o descuidados por sus madres adoptivas.